Sin ánimo de aumentar el listado a once puntos (que ya lo he hecho, por otra parte) me gustaría poner sobre la mesa algunos consejos que no conviene perder de vista cada día. Simplemente, para vivir un poco mejor.
1. Vive el momento, el presente, el aquí y el ahora.
El pasado ya pasó y el futuro no existe. ¿Una obviedad?¿cierto? Entonces ¿por qué cuesta enfocarse tanto en lo único que existe: el presente?
2. Mejor tener efusividad que tener la razón.
Amor, efusividad y pasión por la vida. Los beneficios "corporales" que resultan de estas sensaciones son mucho potentes que los derivados de la posesión (verdadera o simulada) de la razón.
3. Piensa en positivo.
Los pensamientos negativos, de forma prolongada, hacen enfermar al organismo. El Doctor Mario Alonso Puig define con precisión las consecuencias de pensar "mal". “Los pensamientos perturbadores activan sentimientos como el miedo, la desesperanza, la desconfianza… Y si las sensaciones aflictivas se mantienen en el tiempo, bloquean el proceso creativo, generan insomnio e hipertensión, aumentan la grasa abdominal, provocan colon irritable y osteoporosis, destruyen masa muscular…”.
4. Conviértete en espectador de tus pensamientos, especialmente cuando estés cargado de emotividad.
Cuando el pensamiento se dispara no está de más observarlo.
5. Siéntete agradecido por -al menos- una cosa cada día.
Hasta en los días más complicados hay ,al menos, una razón para sentirnos agradecidos.
6. Ayuda a otros cuando tengas la más mínima oportunidad.
Produce bienestar, aunque a simple vista no lo parezca.
7. Empápate de los aprendizajes de otros.
Hay millones de libros repletos de historias personales y aprendizajes que esperan ser leídos e interiorizados.
8. Escucha atentamente.
Hablar es estimulante pero escuchar es fascinante. Puedes aprender en los momentos más insólitos de las personas más inesperadas. Misterios de la vida.
9. Perdona, olvida y pasa página.
Tenemos el "derecho" a perdonar y a elegir nuestro futuro. Concédete permiso para equivocarte y aprender del error. Esto que es tan obvio, a veces se nos olvida.
10. Practica yoga.
Porque te va a gustar. Porque te vas a sentir mejor.
11. Baila como si nadie te viese y sonríe.
La sonrisa facilita el contacto con los demás y nos predispone de forma positiva a encarar una situación. Si sonreímos aumentamos nuestras posibilidades de recibir algo que ansiamos tanto: una sonrisa a cambio.